Personajes ilustres

Facundo Hernández, el diseñador que transforma los interiores de las casas de zona norte

Por: Lorena Grojsman

Facundo Hernández (34) ama la zona norte de Buenos Aires tanto como el diseño. A pesar de haber nacido en CABA, en el barrio de Palermo para ser más precisos, el arquitecto y diseñador de interiores se enamoró de esta franja de la provincia ni bien tuvo la oportunidad de conocerla, siendo un niño aún. Por eso no resulta extraño que cuando comenzara a trabajar de manera independiente en el año 2020, un año después de haberse recibido en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA, y en plena pandemia, montara su estudio en el Tigre, en un espacio propio dentro de su casa.

Allí nos recibe, y mientras nos convida unos alfajorcitos de maicena con dulce de leche y unos mates, dos de sus grandes pasiones, nos cuenta: “Crecí y vivo en esta zona por lo que me pareció coherente tener mi estudio acá. Amo la cercanía que tiene con el río y la naturaleza. Poder salir a correr un domingo bordeando el río me parece un programa único”.

A pesar de ser joven, Hernández es un profesional consolidado en el mundo del diseño por lo cual es consultado por muchos de sus pares. Es decir, es un referente en la materia y uno de los mejores de su generación. Al día de hoy, ha realizado trabajos para un gran número de clientes que viven principalmente en casas y departamentos de CABA y zona norte. También ha asistido en el diseño de algunos restaurantes pero es en las viviendas donde más cómodo se siente a la hora de poner su impronta. “Siempre trato de diseñar en mi escritorio con un mate y música de fondo, eso es lo primero que hago para inspirarme. Diseño pensando cómo me agradaría a mí vivir en ese espacio. Luego el diseño para el cliente va a ser algo que nazca naturalmente”, relata.

Aunque su estudio es un pequeño espacio dentro de su casa, Hernández cree que refleja su estilo simple, sin muchas cosas. Lo que se dice comúnmente tiene un estilo minimalista. “Trato de tener todo ordenado porque a mí el desorden me desordena la cabeza”, se sincera entre risas el talentoso creativo. También admite que por estar tanto tiempo realizando recorrido de obras, visitando proveedores, además de otras cuestiones del día a día de su profesión, su oficina es prácticamente un estudio nómade. “Lo mejor de trabajar en casa es que puedo hacerlo en pantuflas y nadie me dice nada. Pero a mí me encanta tratar con la gente por lo que a veces extraño tener un estudio con varias personas”, continúa y agrega que le gusta trabajar más en lo personal con los clientes y entender su historia, su estilo de vida, sus gustos, etc.

A la hora de definir cómo es su tarea, asegura que, al igual que le pasó al proyectar su estudio, en los diseños de hogares para sus clientes busca reflejar lo sencillo, transmitir calma, disfrute y placer visual. “No me interesa diseñar una casa en la que no se pueda vivir y que parezca sólo una de revistas. Trato de mezclar objetos vintage o mobiliario que los clientes ya tengan heredados, por ejemplo”, confiesa.

En cuanto a sus trabajos actuales, el joven relata que se encuentra en tratativas de hacer un proyecto integral de una casona antigua tipo colonial en las Lomas de San Isidro, localidad que tiene edificaciones más tradicionales por lo cual sus clientes tienen un gusto más moderno. Entonces su desafío es el de encontrar el balance justo entre lo contemporáneo y lo tradicional. “Trato de realizar lo que el cliente quiere pero no siendo ajeno a la historia o estilo de ese lugar”, asegura. Además, recuerda que el proyecto más lindo que realizó, y que lamentablemente no pudo llevarse a cabo fue el rediseño de la enorme casa de más de cien años de su abuela María Luisa, vivienda en la que prácticamente creció junto a sus hermanas. “Nunca podré olvidar sus mesas de mármol originales, los pisos dameros de mosaico granítico; el sótano que supo ser alguna vez ser la cocina de servicio con tobogán para la inmensa cocina a leña el cual se conectaba con la casa principal mediante el mismo sótano. Cada rincón de esa casa era único”, narra. Luego, se le llenan los ojos de lágrimas al recordar que le presentó este proyecto de reforma integral a María Luisa un mes antes de que se iniciara la pandemia. Pero lamentablemente, durante la misma su abuela falleció por lo cual no pudo llevar a cabo la reforma. “Pero es un recuerdo que llevaré siempre conmigo”, asegura.

Finalmente, le pedimos al profesional que cierre la entrevista con una sugerencia para un colega que recién esté comenzando a lo que respondió: “lo primero que le recomendaría es que entienda las necesidades y gustos del cliente. Luego que comprenda la historia del lugar, si es que la tiene. Y le diría que a mi criterio es fundamental ver muchas revistas, imágenes, leer y dejarse llevar. Yo suelo hacer 10 opciones o más antes de lograr el resultado final y lo recomiendo”.

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