Opinión

La reconquista del río

Por Eduardo Abella Nazar

Hoy es 17 de diciembre, una fecha muy especial: aquel de 2005 en que la pionera en la lucha por el medio ambiente Carlota Sánchez Aizcorbe dejó este mundo bien podría ser una  fecha en la cual se reconsidere la inmediata acción de todos sobre el dañado ecosistema del Río Reconquista, uno de los dos cursos de agua más contaminados de la Argentina; ése que atraviesa parte del oeste y el norte del conurbano y baña de pestilente y oscura agua al río Luján y a buena parte de nuestro Delta, desde donde se recuesta como un dañino hilo negro sobre las costas de Tigre, San Fernando y San Isidro para finalmente llegar al Río de la Plata, en el cual hace el deposito final del 33% de la contaminación del estuario.

Los modismos saludables y la concientización sobre el uso del plástico, los nuevos hábitos, el reciclado o la menor contaminación en todas sus formas a nivel global no tienen eco cuando hablamos de las cuencas hídricas en el país. Nos deshacemos en menciones por tal o cual animal en redes sociales, en incendios forestales o en cualquier tipo de problemática pero no vemos lo que tenemos frente a nuestras narices: el Reconquista, como el Riachuelo y cientos de cursos de agua contaminados, duele. Pasan las décadas y no hay solución. Cloacas y control en industrias. Educación en escuelas. Saneamiento en base a lo hecho en otros países: el Támesis, en Inglaterra, fue recuperado. Pero hay muchos ejemplos. Hay que empezar y hacerlo ya. Carlota, que tiene su memorial en el Paseo que la honra con su nombre sobre el Rìo Tigre, no podría sentirse mejor representada.

Eduardo Abella Nazar

ean@mediakit.com.ar

 

Noticias relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Close