Otra vez el Mitre dejará de funcionar: ¿reparación o abandono estatal?

La decisión de interrumpir totalmente el servicio del ramal Tigre de la Línea Mitre durante casi 50 días del verano, del 10 de enero al 28 de febrero de 2026, ha generado un fuerte malestar entre usuarios, municipios, trabajadores y comerciantes que dependen de este medio de transporte.

El argumento oficial

Trenes Argentinos y el Ministerio de Transporte han defendido esta medida como esencial para la seguridad operacional del sistema ferroviario. El argumento oficial es que las vías, durmientes y señalamiento tienen más de 40 años de antigüedad y un estado crítico, al punto de forzar velocidades reducidas y frecuentes interrupciones, y que solo un corte prolongado permite ejecutar obras de renovación integral de la infraestructura y modernización del sistema de señalamiento, especialmente en la estación Retiro.

En teoría, aprovechar el verano —cuando disminuye la cantidad de pasajeros por vacaciones— tiene sentido desde la lógica operativa para ejecutar obras de gran magnitud sin afectar las horas pico cotidianas.

Una lógica que choca con la realidad social

Sin embargo, la concreción de esa “lógica” ha sido recibida con escepticismo y frustración:

• Los usuarios —especialmente aquellos que utilizan el Tigre para trabajar, estudiar o moverse dentro del conurbano— lamentan que las informaciones son confusas, que las pantallas en estaciones no actualizan datos precisos y que los cortes constantes ya son parte de la rutina del servicio. Muchos expresan que deben tomar múltiples combinaciones de transporte para llegar a sus destinos, aumentando tiempo y costo del viaje.

• El Municipio de Tigre, con respaldo de comerciantes y prestadores turísticos, ha cuestionado fuertemente la medida, señalando que suspender el servicio durante la temporada alta de turismo perjudica directamente a la economía local. Para una ciudad cuya actividad turística depende fuertemente de visitantes que llegan en tren desde la Ciudad de Buenos Aires, esta interrupción representa un lucro cesante difícil de reparar.

¿Emergencia ferroviaria o mala planificación?

Que las vías y el sistema de señalamiento necesiten mantenimiento es indiscutible: tramos con más de cuatro décadas de uso y múltiples interrupciones puntuales ya lo habían mostrado a lo largo del año. Pero suspender por completo el servicio durante casi dos meses no hace más que expresar una falta de planificación eficiente y de alternativas reales para los usuarios.

Varias críticas puntuales que surgen con fuerza son:

• Falta de comunicación transparente: los usuarios reclaman información clara y actualizada sobre alternativas de viaje, tiempos previstos de obras y mejoras concretas que se obtendrán tras la interrupción.

• Ausencia de servicios sustitutivos adecuados: más allá de anunciar que habrá colectivos o servicios alternativos, la experiencia de quienes transitan esta ruta indica que la oferta no siempre cubre las necesidades reales de traslado, especialmente en horas pico o fines de semana.

• Estrategia de “ventanas largas” como norma: no es la primera vez que el ramal Tigre queda interrumpido por obras prolongadas en momentos de alto tránsito —ya sucedió en otros períodos de 2025— lo que cuestiona si la planificación de mantenimiento se hace reactiva y descoordinada en lugar de continua y estratégica.

Conclusión: ¿mejorar para avanzar o para retroceder?

Reparar la infraestructura ferroviaria del Mitre es urgente. No hacerlo también sería irresponsable. El problema no está en la necesidad de obras, sino en cómo se lleva adelante la estrategia de mantenimiento y comunicación con la comunidad. Suspender el ramal Tigre por 50 días sin medidas alternativas robustas, en plena temporada turística y sin una narrativa clara de resultados palpables, termina ahondando la percepción de abandono estatal y de falta de prioridades centradas en el usuario.

Si la mejora es real, llegará con obras; si el transporte efectivo y digno no se construye junto con la gestión, la sensación de frustración y resignación seguirá siendo parte del viaje diario de miles de argentinos.