El intendente de Tigre Julio Zamora habló sobre la realidad que se está viviendo en su partido y vislumbró un futuro mejor. Reaperturas, baja de tasas y el verano fueron algunos de los temas que también abordó con Nuevo Norte.
En medio de un año que puso a prueba el pulso de mando a todos los niveles, el intendente de Tigre Julio Zamora se muestra firme. Con todas las alarmas prendidas por las circunstancias, pero sin perder la lucidez, el mandatario tigrense recibió a Nuevo Norte de La Nación para conversar sobre el presente pero también del futuro.
“Aspiro a que se dé un proceso de recomposición económica. Si no lo tenemos vamos a tener problemas desde el punto de vista social. Hay mucha gente sin empleo. Está el IFE y hay medidas muy fuertes desde el gobierno nacional pero la situación de la gente de nuestros barrios es depresiva” se lamentó Zamora. Enfocado en su rol y a la búsqueda de soluciones “dentro de las herramientas con las que contamos”, en esta gradual reapertura que vive la provincia de Buenos Aires apunta a encontrar una salida a la crisis.
Frente a la incertidumbre que genera en el vecino toda esta situación económico social, adelantó que ya se están dando pasos hacia la ansiada normalidad. Por ejemplo, en el “Puerto de Frutos ya abrieron algunos locales gastronómicos y se van a empezar a abrir los locales al aire libre. Habrá control de afluencia mediante cámaras para que puedan respetarse los espacios y distancias cuidando a la gente”. En relación a la gestión de la emergencia, destacó que “hubo una baja de tasas y expensas a los comerciantes del puerto y una exención impositiva a los comerciantes que no pudieron abrir. Los acompañamos con una muy pequeña porción de lo que son sus gastos pero es un gesto de parte del municipio”.
No sólo desde Avenida Cazón al 1500 Zamora dirige uno de los territorios más importantes de la región, sino que retomó -con los recaudos correspondientes- el contacto con los vecinos. Justamente, a ellos les habló: “Les pido que tengan esperanza porque estamos trabajando muy duro. Hemos administrado esta etapa de una manera ejemplar con un trabajo del sector de salud muy importante. Somos de la región 5ta, el municipio con menos fallecidos cada 100 mil habitantes. Es un dato que afirma que la administración de la pandemia tuvo algún efecto positivo”.
Con un notable envión para relanzar su gestión en el segundo mandato que lo tiene como intendente electo por el voto directo -en los períodos 2008-2009 y 2013-2015 reemplazó a Sergio Massa en distintas licencias-, Zamora se mostró decidido a reforzar cada uno de los puntos que la pandemia complicó, con el contacto con el vecino como su punto más saliente. “Es una característica de mi gestión y vamos a profundizar el mano a mano con la gente todo lo que sea necesario para estar siempre con el vecino de Tigre”, le dijo a La Nación Nuevo Norte.
El alcalde tigrense, que esta semana habilitó las obras privadas con permisos especiales, dio su parecer sobre el sector comercial del municipio: “Recorrí Pacheco, Benavidez, Rincón y todos están con ventas más bajas. Salvo la alimentación, el resto de los sectores están deprimidos”, soltó con un dolor difícil de ocultar. Enfatizó que el “municipio tiene una baja en la recaudación desde hace unos meses de un 30%“. Y expresó que “eso nos obligó a repensar un municipio nuevo, con mucha más austeridad, con servicios que no se están prestando por la pandemia como los deportivos, culturales, actos de gobierno, distintas actividades que no estamos efectuando”; Zamora también agregó: “Redujimos contratos con las grandes prestadoras de servicios públicos que tiene el municipio como la basura o los contratos de cuidado de espacios verdes, limpieza o seguridad privada. Redujimos un 20% de esos contratos”.
Lo prioritario: salud y seguridad.
El intendente de Tigre dejó en claro cuáles fueron sus prioridades en estos 7 meses de gestión en pandemia: “Estamos optimizando los recursos para atender lo básico: la seguridad, la salud, los servicios públicos y la ayuda social. Son los 4 ejes que está atendiendo el municipio como servicios esenciales. Cuando esto se normalice vamos a tener que pensar en un nuevo municipio y en un nuevo país, que es lo que se viene. Estamos inmersos en una situación económica critica”, aclaró. En el punto tal vez más criticado, por todo lo que acarrea la construcción y la diversidad de mano de obra que se frenó, que está en la construcción, dijo:
«Estamos autorizando aquellas obras que corren peligro por el deterioro, y aquellas que corran peligro por algún accidente. También aquellas que no tarden más de 90 días en terminar. Está medianamente cubierto. Quien quiera hacer una obra nueva desde cero aún no tenemos esa autorización pero sí aquellas que ya habían empezado, se pueden terminar”.