El lunes: el enemigo público número uno de la semana

Hay tormentas, cortes de luz, embotellamientos… pero nada se compara con la amenaza más temida: el lunes. Ese día gris que aparece de golpe después de un fin de semana que se nos escapa como arena entre los dedos.
El lunes es el despertador sonando cuando todavía soñábamos con la parrillada del domingo. Es el café que nunca alcanza, la Panamericana colapsada, los ramales del Mitre suspendidos y los mensajes del jefe con la palabra “URGENTE” escrita en mayúsculas a las 8:01.
Dicen que es un día de oportunidades, que marca un nuevo comienzo, que hay que arrancar con energía… pero la verdad es que para la mayoría se siente más como el villano de la película: el que corta la diversión, apaga la música y prende las luces del boliche cuando uno todavía quería seguir bailando.
Sin embargo, hay que reconocerle algo: gracias al lunes, el viernes es glorioso, el sábado sabe a libertad y el domingo se disfruta como si fuera oro puro. Sin ese malo de la historia, no tendríamos héroes semanales que celebrar.
Así que, querido lector, cuando este lunes aparezca con cara de pocos amigos, recordá que no estás solo: en cada oficina, en cada aula y en cada colectivo lleno, miles de personas estarán pensando exactamente lo mismo que vos… “¿Ya falta mucho para el viernes?”