¿Por qué se celebra el 8 de diciembre el Día de la Virgen? El origen de una tradición profundamente arraigada en Argentina

Cada 8 de diciembre, miles de familias en Argentina y en gran parte del mundo celebran el Día de la Virgen, también conocido como la Festividad de la Inmaculada Concepción de María. Es una fecha que marca el comienzo de las celebraciones navideñas y que, en nuestro país, incluso se reconoce como feriado nacional. Pero ¿de dónde surge esta conmemoración y por qué se eligió precisamente ese día?

El origen religioso de la fecha

El 8 de diciembre recuerda un dogma central del catolicismo: la Inmaculada Concepción. Según la tradición cristiana, María fue concebida libre de pecado original, una gracia especial otorgada por Dios para prepararla para ser la madre de Jesús.

Si bien esta creencia existía desde los primeros siglos del cristianismo, fue recién el 8 de diciembre de 1854 cuando el papa Pío IX la proclamó oficialmente como dogma a través de la bula Ineffabilis Deus. Desde entonces, la Iglesia Católica estableció este día como celebración universal de la Inmaculada Concepción.

No es el nacimiento de la Virgen

Es habitual la confusión, pero esta festividad no celebra el nacimiento de María, sino su concepción sin pecado. Su nacimiento, según la tradición, se conmemora el 8 de septiembre.

Por qué en Argentina es tan importante

En nuestro país, el 8 de diciembre se volvió una fecha emblemática por varios motivos:

• Es feriado nacional, lo que permite que millones de personas participen de misas, procesiones y celebraciones populares.

• Marca el inicio simbólico del tiempo de preparación navideña, motivo por el cual muchas familias decoran el árbol y el pesebre en esta fecha.

• Refleja la fuerte tradición mariana argentina, presente en devociones populares como la Virgen de Luján, la del Valle, la Inmaculada Concepción y tantas otras advocaciones locales.

Una tradición que trasciende lo religioso

Con el paso del tiempo, el 8 de diciembre se convirtió no solo en una fecha litúrgica, sino en una tradición cultural que reúne a familias y comunidades. Aunque muchos viven la jornada desde la fe, otros la celebran como un momento de encuentro, inicio de decoraciones navideñas y actividades compartidas.

Un símbolo de unión y celebración

En definitiva, el Día de la Virgen del 8 de diciembre combina fe, historia y costumbre. Su raíz está en una creencia religiosa profundamente arraigada, pero su impacto se extiende a la vida cotidiana de millones de personas, que cada año encuentran en esta fecha un punto de unión, reflexión y comienzo de las fiestas de fin de año.