Opinión

El Poder del Ahora

Por Román Iglesias Brickles

Si alguien quisiera enfocarse en la titánica tarea de resumir este 2020 en unas pocas líneas, bien podría dedicarse a otra cosa porque es prácticamente imposible. Sin embargo, el inigualable año de pandemia a punto de culminar nos deja una selección de certezas ineludibles que habría que tener muy en cuenta de cara al futuro.

La primera cuestión para señalar es que el hábito de reflexionar volvió a tomar auge, ya que los meses de encierro y lockdown le dieron espacio a esta acción fundamental de la vida evolutiva. Tal como señala el escritor alemán Eckhart Tolle en El Poder del Ahora (1997), libro traducido a varios idiomas, «cambia la forma de ver las cosas y las cosas cambiarán de forma«. Entre tantas situaciones que se dieron una muy importante fue notar cómo la mirada de los argentinos fue mutando con el paso del tiempo.

En primer lugar, y en base al empirismo puro, lo más añorado de este año fue el contacto presencial con familiares y amigos. Algo que se daba por sentado en el pasado reciente y que restricción sanitaria evidenció cómo un elemento fundacional de nuestra sociedad. La virtualidad achicó distancias pero no puede suplir la cadena de ADN que compartimos todos y que nos hace seres humanos: la sociabilidad.

Por otro lado, tomando como referencia un estudio realizado por la Universidad de Belgrano al enfocarse en las rutinas y hábitos en general que se dieron durante la cuarentena estableció que “La educación presencial es muy valorada, se llega al extremo de sentir que se pierden cosas que nunca se volverán a recuperar (fundamentalmente entre quienes están por cerrar la etapa universitaria)”.

De esta forma, y sólo por tomar dos muestras, se vio que algunos de los ítems troncales de la sociedad (familia y educación) resultaron trastocados por el hecho acontecido. Es decir, que se puso en perspectiva la relevancia de la presencialidad, más allá de las cuestiones sanitarias circunstanciales.

En un año que casi no dos dejó comer un asado con amigos (y sin sumar componente político al comentario) la naturaleza social de los argentinos reclama por la vuelta de la normalidad, la vacuna, la recuperación de los afectados y la memoria de los que ya no están. Y para no perder el foco de lo que señala el gran Tolle, para imaginar un gran mañana hay que vivir en el ahora y no dejar pasar ninguna oportunidad. 

Román Iglesias Brickles
Román Iglesias Brickles

Román Iglesias Brickles

rib@mediakit.com.ar 

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