Política
“Tenemos el sueño y la responsabilidad de llevarle agua potable y las cloacas a todos los vecinos del AMBA”
Entrevista exclusiva con Malena Galmarini, presidenta de Aysa
La tarde invernal se mete de lleno en el inmenso ventanal del piso 20 en la torre donde funciona el comando central de Aysa; desde allí, mientras mira el sol juguetear mansamente con las nubes de junio mientras comienza su descenso y le pone un cierre al día, Malena Galmarini hace un stop en su agitada rutina diaria para la producción de fotos con Nuevo Norte: “Miren los colores, azul y rojo”, dice con una sonrisa pícara mientras piensa en Tigre, el club de sus amores. “Ojalá no nos perjudiquen”, aclara en referencia al freno que tuvo el torneo de la B Nacional donde el Matador marcha quinto y que todavía no tuvo definición por culpa de la pandemia.
La realidad indica que Galmarini asumió la empresa más grande agua y saneamiento del país. Aysa, que además heredó unos nueve municipios que pertenecían a ABSA, empresa de aguas bonaerense que opera en otros 52 municipios de la provincia; Malena hace especial hincapié en el estado de la empresa cuando la recibió: “Estaba detonada, con muchos problemas operativos, con una deuda de 500 millones de dólares que tomaron para pagar todo el capital junto en febrero de 2023, pero que nos obligó a desembolsar unos 1200 millones de pesos sólo en este semestre”. Sin embargo, la mujer de Sergio Massa asegura que es una empresa estatal modelo, de primer nivel en cuanto al servicio que presta, “de excelencia y con un capital humano y profesional de excepción”. Las cloacas, el saneamiento de éstas mediante plantas de tratamiento y el agua potable en cada casa del área de concesión -llega a más de 10 millones de personas- son el principal desafío:
“Con mi equipo tenemos el sueño y la responsabilidad de llevarle agua y cloacas a todos, porque es un derecho humano”, aclara con énfasis.
También destaca un presupuesto monumental, que dice fue presentado al Poder Ejecutivo y al Ministerio de Obras Públicas Por alrededor de 85.000 millones de pesos y que contempla obras como finalizar el sistema Riachuelo, que va a mejorar el transporte y tratamiento de los desagües cloacales del sur y sudoeste del conurbano, y también la ampliación del área; la ampliación de la planta Gral. Belgrano en Quilmes, con injerencia directa en la provisión de agua en Zona Sur.
En la Región Norte de AySA hay 15 obras contratadas y en ejecución y otras 5 en licitación para el servicio de agua potable y, además, el servicio de desagües cloacales tiene 12 obras en ejecución y 4 en licitación. Otra obra fundamental para la Zona Norte será llevar al 100% la capacidad de la planta Juan Manuel de Rozas, ubicada en el límite de Escobar y Tigre, que puede abastecer a unos 4 millones de habitantes en toda la región.
La primera realización de una infraestructura de saneamiento (aguas, cloaca y desagües pluviales) data de 1867. Y fue la epidemia de fiebre amarilla la que obligó al gobierno de Bartolomé Mitre a realizar las obras contrarreloj. Hoy en día, una nueva epidemia transformada en pandemia, obliga a las autoridades a profundizar el servicio de la hoy AYSA, otrora incipiente Obras Sanitarias de la Nación (esta se creó en 1912).
Y esta titánica tarea recae ahora sobre la aguerrida Malena Galmarini. En esencia Politóloga y de notable sensibilidad social está al frente de una las más complicadas misiones de este siglo: igualar las condiciones sanitarias de la población.
En diálogo con Nuevo Norte de La Nación, Galmarini reconoce que “el objetivo es llevar agua y cloaca a cuanta más gente se pueda y en el menor tiempo posible, con la mirada puesta en los que menos tienen porque son los que menos pueden resolverlo”. En ese sentido, agregó: “cuando me propusieron asumir yo dejé en claro que no venía a figurar. Así que, dije que vamos a reactivar obras y a hacer muchas más”.
Al referirse al trabajo que realiza en AYSA, afirmó que “hoy tenemos 100 obras reactivadas que estaban frenadas totalmente y estamos en proceso de licitación de otras 50, más 187 de agua + trabajo y cloacas + trabajo que son las que se hacen en los barrios con cooperativas. Con lo cual si te tengo que contar el objetivo, yo siempre me corro el arco: creo que es parte de lo que nos hace mejores personas y mejores funcionarios». Y reconoció que “hoy estoy cansada de satisfacción de ir a recorrer las obras y que estén trabajando y que se esté avanzando, que la compañía tenga el compromiso y la voluntad que tiene y empezar a hacer otras cosas que no hubiesen imaginado nunca. Incluso, el llevarle agua con una chata a los isleños hasta la puerta de sus casas. En AYSA era como si no fueran usuarios y usuarias los isleños del Delta; estaban tan lejos de lo que la empresa miraba”.
De marcada arraigo en la Zona Norte, Malena se refirió a Tigre y a su intrínseco vínculo con este partido. “Pienso como la vida da vueltas y te pone en el lugar para saldar deudas. Para nosotros, para mí, para Sergio (por Massa), no haber podido completar ese sueño de que Tigre tenga agua y cloacas fue muy pesado durante todo este tiempo. Sentíamos que habíamos hecho tanto para llegar a la puerta, pero quedamos con la ñata contra el vidrio. Siento la responsabilidad de tener una segunda oportunidad” indicó la funcionaria. Y, acto seguido profundizó:
“Siento la responsabilidad de darle a mis vecinos lo que alguna vez me comprometí, y no pude cumplir. Todo el mundo sabe que mi lugar en el mundo es Tigre y que voy a hacer todo lo que se pueda”.