Los cierres de listas siempre presentan desafíos. ¿El mayor? Tratar de descubrir la “jugada política” y entender posicionamientos, acuerdos, lugares y candidatos. Implica todo un desafío periodístico. Y lo más importante consiste en no comerse la curva, el amague que hace la política para despistar a propios y ajenos. Los políticos aguardan hasta el último segundo que tienen para inscribir sus listas y sorprender al rival. Este combo generó un emocionante fin de semana.
Y analizar la política local implica un doble desafío: al estar tan sumergido en la realidad y la contienda nacional, muchas veces el conurbano pierde atención ante los cierres y acuerdos nacionales. Pero la política regional, que incluye intendentes, legisladores provinciales, concejales, militantes, funcionarios y todo el aparato político que mueve y rodea a los municipios, deja todo en la cancha y hace lo necesario para conseguir “ese lugar de poder”.
Los municipios del Gran Buenos Aires, con la limitación de la reelección de intendentes -y un posterior retoque legislativo para que pueden presentarse un período más-, presenta un abanico tan variado como la geografía misma del conurbano. Por ejemplo, en la zona sur y con sus 82 jóvenes años, Juan José Mussi va por su sexto mandato consecutivo. Insaurralde aparece en la boleta, pero como primer concejal: propone a Federico Otermín como intendente (es el Pte de la Cámara de Diputados bonaerense). Otros históricos, como Descalzo (Ituzaingó), Granados (Ezeiza) y Posse (San Isidro), se corren del sillón municipal pero proponen a sus hijos para la intendencia (en el caso de San Isidro, será su hija: Macarena, la joven abogada que ya es concejal). En seis municipios, Unidos por la Patria tendrá PASO. En varios de ellos, el Movimiento Evita logró sostener sus listas (las canjeó por lugares en diputados y prefirió la pelea local). En La Matanza irá Patricia “La Colo” Cubría (pareja de Emilio Pérsico, exconcejal de San Fernando) para desbancar a Fernando Espinoza. En San Martín, Leonardo Groso intentará lo propio con Fernando Moreira (mano derecha del ministro Katopodis). En ese distrito, también amenaza el mediático abogado Mauricio D ́ Alessandro. También aparecen varias caras conocidas: el chef Martiniano Molina (hoy legislador provincial) frente al periodista deportivo Walter Queijeiro en Quilmes para destronar a la camporista Mayra Mendoza, que tendrá que militar por Sergio Massa, aunque se olvidó de felicitarlo por Twitter (que hoy se transformó en un termómetro de lealtad para la política). El plato fuerte va a estar entre Zamora y Malena. En la cuna del Frente Renovador. Donde hubo amor, hoy ni las cenizas quedan. Otra linda interna será en Hurlingham, donde el intendente Juan Zabaleta enfrentará a lo que queda del aparato de La Cámpora.
En fin, son elecciones PASO que casi nadie quiere en la política. No las querían los intendentes del peronismo cuando se dividía el voto y la lista local entre Scioli y “Wadito”. Y también complica a los de Juntos la división entre Bullrich y Larreta (que ya casi funcionan como dos partidos separados). Pero las PASO forman parte de la agenda política: la carrera ya está en marcha. Vale todo, y es a todo o nada.
O casi nada, porque después, siempre aparece algún lugar para acomodarse.
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