Ramón Lanús bajo la lupa: críticas vecinales y políticas en la previa a las elecciones del 7 de septiembre en San Isidro
A tres días de las elecciones del 7 de septiembre en San Isidro, la gestión de Ramón Lanús se encuentra en el centro de un debate cada vez más intenso. Lo que comenzó como un cambio de ciclo político, con la salida del histórico oficialismo possista, hoy se traduce en un escenario marcado por cuestionamientos que podrían pesar en las urnas.
Críticas a la gestión
Las principales quejas de los vecinos apuntan a la inseguridad en aumento, el deterioro de la limpieza urbana y el estado de la infraestructura, problemas que, según señalan, contrastan con las promesas de campaña de Lanús. También se destacan denuncias por falta de transparencia, subas retroactivas de tasas municipales y salidas de funcionarios sin explicaciones claras.
En materia de salud, los reclamos se centran en las falencias del Hospital Central, mientras que en lo social se percibe una merma en la asistencia municipal en los barrios más vulnerables.
En resumen:
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Se lo acusa de una gestión improvisada, con falta de planificación estratégica que impacta negativamente en la administración local.
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Denuncian deterioro en la recolección de residuos, mala limpieza de calles, abandono de espacios públicos y creación de “basurales».
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Se reportan problemas en el Hospital Central de San Isidro, como inundaciones en pasillos durante lluvias, falta de mantenimiento e insuficiencias en el sistema de acción social.
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Se menciona hipertrofia de la planta municipal, trámites burocráticos lentos y aumento de la burocracia en detrimento de la eficiencia.
El frente impositivo y judicial
Uno de los puntos más sensibles es el de los aumentos de tasas, aplicados por decreto y de manera retroactiva, que generaron fuerte rechazo vecinal y presentaciones judiciales. A esto se suman denuncias por supuestas irregularidades en contrataciones y antecedentes polémicos de la etapa de Lanús en la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE).
En resumen:
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Se presentaron denuncias ante la Justicia y el Tribunal de Cuentas por aumento ilegal de tasas, ya que se aplicaron con retroactividad y fuera del marco legal correspondiente .
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Los incrementos superaron ampliamente el índice inflacionario, generando rechazo desde el Concejo Deliberante y asociaciones vecinales.
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Se denuncia una falta de transparencia en la gestión, con salidas de funcionarios clave sin explicaciones públicas y decisiones tomadas con opacidad.
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Acusaciones de promesas incumplidas, como la supuesta eliminación de más de 200 tasas, mientras que se decretaron aumentos retroactivos de impuestos.
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Se lo critica por doble discurso: promesas de reducción de tasas versus decretos que estipulan subas del 25 % con retroactividad.
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Lanús arrastra más de 30 causas judiciales por la venta de terrenos fiscales a bajo precio durante su gestión en la AABE, además de una denuncia de la Oficina Anticorrupción por negociaciones incompatibles.
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Existen también denuncias por sobreprecios y supuestas irregularidades en las comidas del Hospital Materno Infantil y el Hospital de Boulogne, que llegaron a sumar presuntos perjuicios millonario.
Imagen pública y clima electoral
Distintas encuestas lo ubican entre los intendentes con peor imagen en la Zona Norte del Conurbano, con un rechazo superior al 50 %. Esta situación abre interrogantes de cara al 7 de septiembre: ¿las críticas vecinales se transformarán en votos de castigo o logrará el oficialismo contener el malestar con su aparato político?
En la oposición, los principales espacios buscan capitalizar el desgaste de la gestión con un discurso que refuerza la idea de “promesas incumplidas” y “falta de rumbo”.
En resumen:
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Desde la oposición se lo acusa de poner “excusas y mentiras”, responsabilizando a otros —como la gestión anterior— por los problemas actuales.
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Figuran además críticas por contratar encuestas millonarias (por unos 140 millones de pesos) sin las licitaciones adecuadas, lo que genera indignación entre concejales y vecinos.
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También fue señalada la política salarial: sueldos elevados para varios cargos nuevos —muchos de fuera del municipio— mientras se percibe deterioro en servicios esenciales.
Un escenario abierto
Con este telón de fondo, las elecciones del 7 de septiembre aparecen como una prueba clave para medir la verdadera fortaleza de Lanús y su proyecto político. El resultado será, en gran medida, un plebiscito sobre sus primeros meses de gestión y sobre la capacidad del intendente de dar respuestas concretas a los problemas que más preocupan a los vecinos de San Isidro.




