Días atrás, invitado por el Vivanco Resto de Tigre, el excelentísimo local gastronómico frente a la Estación Fluvial, acudí con Roberto Berdasco, residente en zona norte, amigo desde nuestra adolescencia como socios y modestia aparte, eximios nadadores del Ctro. Asturiano de V. Lopez, a la cena show que ahí se ofrecía, nada más y nada menos que con la actuación del mismísimo Donald Clifton Mc Cluskey, más conocido por todos como Donald a secas.
El artista repaso gran parte de su exitoso repertorio, con algunos boleros y otras canciones en inglés que son de su agrado y lo fueron también del público, que lo fue a escuchar cantar, que no paro de corear sus temas y bailar en improvisada pista entre las mesas colmando el lugar. Del show, también participo su hija Melody en los coros y coreografías, lo que, sumado al excelente sondista que ellos llevaron, hizo que el espectáculo, fuera por demás fantástico.
En un momento le pregunté a Donald, después del show, si tenía idea, hoy por hoy, cuando tantos cantantes mencionan la cantidad de shows que pueden hacer en un día, con un solo éxito discográfico en Spotify y me dijo que en el cenit de su carrera y para unos carnavales, rompió todos los records de la época, realizando 12 actuaciones en un solo día, comenzando bien temprano y terminando bastante tarde para la época, pero con un público ávido de verlo y escucharlo cantar esas canciones de su autoría, tan pegadizas, como “Tiritando” (muchos la conocen como “Las olas y el Viento”), “El milagro de tus Ojos«, “En una playa junto al Mar” y tantos otros, como el que me dedicó esa noche “Siempre fuimos Compañeros” en un gesto que lo enaltece y me enorgullece, temas que siguen estando hoy, en el inconsciente colectivo de todos nosotros y las escuchamos en cuanta fiesta privada, casamiento, cumpleaños o evento asistamos y es por ello que Donald sigue tan vigente como antes.
De Hecho, al terminar su actuación en Vivanco Resto, minutos más tarde y luego de sacarse algunas fotos con el público, tomo su guitarra y salió raudo con su hija, para otro evento, una fiesta privada de cumpleaños en Barracas, CABA.
Donald sigue rodando con su alegría contagiosa y su optimismo, recorriendo un camino del cual, le queda mucho por desandar.
