Opinión

7/9, una elección fría

Por Eduardo Abella Nazar

La enorme mayoría de la gente aún no sabe ni qué cargos se eligen ni por qué se votará por separado de la elección nacional del próximo 7 de septiembre en las ocho secciones electorales que tiene la enorme e inabarcable provincia de Buenos Aires. Primero: no hay antecedentes de un desdoblamiento en el distrito con mayor peso electoral del país, algo así como el 37% del total nacional.

Nunca se han separado, ya sea por comodidad o por conveniencia (el PJ es fuerte en el conurbano, fundamentalmente en la 3 sección que componen La Matanza y el resto de los municipios del sur) y sus intendentes han traccionado las boletas a cargos nacionales desde 1983 a la fecha. En un vuelco histórico, con Milei batallando para hacer pie fundamentalmente en el Amba, Kicillof interpretó que ir en octubre junto a la elección de diputados nacionales lo perjudica, y probablemente esté en lo cierto.

El gobernador bonaerense apuesta el 7/9 a sostener la boleta de Fuerza Patria de la mano de sus intendentes, algo que posiblemente sea más complejo en la 1 sección electoral, que abarca a todas las zonas norte y oeste. Ahí planta bandera Julio Zamora, que con otros dirigentes de peso como Zabaleta en Hurlingham, por ejemplo, intentará ser una opción a los extremos. Desde Tigre, Zamora buscará la gesta de alcanzar el 12.5% que lo erija como senador provincial. No es una tarea sencilla. Los candidatos claros serán, además del alcalde de Tigre, el de 3 de Febrero, Diego Valenzuela, que se puso el buzo violeta antes que nadie (un verdadero precursor a la hora de abandonar el casi extinto Pro) representando a LLA y Gabriel Katopodis, el inoxidable y flexible candidato del kirchnerismo en PBA.

Además de buscar senadores en La Plata, la elección local tendrá una boleta más para los cargos de concejales en todos los municipios de la región. Los alcaldes buscarán sellar sus gestiones en los HCD, y hay batallas particulares.

En San Isidro el vecinalismo de Gustavo Posse irá con la boleta de Acción Vecinal San Isidro es Distinto, donde buscarán equilibrar fuerzas con el oficialismo del intendente Ramón Lanús, un ex macrista: se pintó de violeta a la velocidad de la luz y ya se muestra como un libertario nato.

Vicente López tiene en Soledad Martínez a una aliada forzada a Milei, pero aliada al fin. Después de 14 años de triunfos inapelables, el Pro arría la bandera amarilla y eleva la violeta para asegurar una previsible victoria en un distrito refractario a cualquier tipo de justicialismo.

Escobar y Pilar son dos incógnitas grandes para esta elección: ¿hará pesar Milei a los candidatos de LLA para destronar del podio vencedor a Sujarchuk y Achával? Se avecinan elecciones parejas en esos dos distritos híbridos, donde aún conviven zonas urbanas con rurales.

En San Fernando asoma, tal vez, la gran chance de triunfo de Fuerza Patria, ya que Andreotti, del Frente Renovador de Massa desde el cordón umbilical ineludible que une a toda su familia con el ex candidato a presidente, es un vecinalista mitad y mitad. Con esa convicción ofrece tal vez su carta ganadora a Kicillof.

En este contexto, a casi un mes de las elecciones locales, se teme una baja participación ciudadana. El gobierno nacional intentará mover al electorado explicando que acá se juega el rumbo del modelo y la ratificación del cambio, y la oposición navega en un mar de dudas, con extremos poco claros, y alguna alternativa para los desplazados que no ven aún la alternativa.
«Si no te gustan estas convicciones, tengo otras». Frase que le cae al pelo a más de un candidato.

 

Eduardo Abella Nazar
Eduardo Abella Nazar

Eduardo Abella Nazar

ean@mediakit.com.ar

 

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