El aplastante triunfo de Milei, categórico pero no tan sorprendente para quien esto escribe -desde el mismísimo 22/10 la matemática indicaba un triunfo libertario dejó claramente a un ganador: el Presidente electo Javier Milei, obvio, pero también a su principal aliado y sostén electoral, Mauricio Macri.
Pude palpar en primera persona el desfile del Pro mientras hacía mi cobertura televisiva en canal 26 durante la noche del domingo en el hotel Libertador. No faltó ninguno. Los amigos del campeón, que en este caso además fueron socios y partícipes necesarios en las crucial fiscalización. Hasta ahí, y también incorporando a la ex candidata y ahora parte concreta de la coalición, Patricia Bullrich.
Pero surgen otros actores que también saborean las mieles del triunfo de Milei. Allí Cristina Fernández de Kirchner se siente plena: ella bendijo a Massa como el único candidato competitivo, dejó afuera a Wado, su hijo político, le aseguró la banca en el senado, igual que a Máximo el bloque en diputados. Milei maneja ahora los destinos del país, Macri es el asesor y sostén fundamental en la sociedad Olivos-Congreso y sus 10 gobernadores… y CFK dejó a su viejo enemigo afuera de cualquier discusión en el PJ; así, muchos intendentes aspiran ahora a pelear por la provincia en 2027. Julio Zamora emerge naturalmente como el gran ganador tras haber vencido en la interna a Malena Galmarini en una cruenta batalla interna que ya es parte de la historia electoral de Tigre.
Zamora no tiene reelección y sabe que si gobierna con éxito Tigre, tiene chances de suceder a Kicillof. El radicalismo sufre: apostó a perdedor acompañando a Larreta en las PASO, pero parte de éste volvió a fallar jugando sus fichas por Massa. De cualquier forma es de esperar que los gobernadores, con Cornejo y Valdés a la cabeza, acompañen con sus diputados y senadores a Milei; ¿Rogelio Frigerio hará lo propio desde Entre Ríos? ¿Pullaro en Santa Fe? Ambos hicieron un silencio cómplice, tal vez hasta exagerado, porque en esos territorios Milei arrasó… La Argentina entra ahora en la era del ajuste, de un supuesto «acuerdo tácito» con la sociedad. El 56% de los argentinos avaló esta política y los próximos 6 meses serán tan cruciales como decisivos. Los gobernadores y alcaldes, en tanto, deberán afinar el lápiz y administrar mejor los recursos. Todo está por verse en la Argentina libertaria.
Eduardo Abella Nazar
Es verdad todo está por verse y más de lo mismo.
Lo nuevo no es lo nuevo, la casta es la casta y el precio que paga la ciudadanía muy alto.
Los corruptos fueron y serán por siempre y el electo presidente no estaba tan preparado y listo para gobernar como lo aseguro en varias oportunidades.
Sin ningún arrepentimiento de mi voto en blanco fiel a mis principios y convicciones.