Opinión

Los desafíos que vienen

Por Eduardo Abella Nazar

Las elecciones quedaron atrás y ahora los que ejecutan la gestión deberán plasmar las promesas: se habló de “hacerse cargo de la seguridad”, de mejorar la salud, los servicios, el estado de las calles y veredas, se dijo que iban a mejorar el deplorable estado de las cuencas hídricas -los ríos contaminados como el Reconquista-, se dijo y se habló de más y mejores derechos.

Pero no hay plata. Milei baja una línea de austeridad compleja, porque el primer ajuste lo paga el que labura. Lo paga en el supermercado, en la boleta de luz -cuando no se corta- y en el día a día. Lo paga en la prepaga, en el colegio, en la seguridad que el Estado no le da, en la salud y en el transporte. Miles de familias no van poder pagar la educación privada que en la Argentina contiene a la mitad de la población, porque además la educación pública cruje.

En realidad cruje todo: la tormenta del sábado dejó en claro que se vive en la improvisación, en el vamos viendo. Las empresas de energía crujen, los municipios hacen números para el 2024 y van a terminar ajustando en el abl al vecino, obviamente. No hay plata, no hay plan b. Hay que afinar el lápiz. El sector privado siempre quiere más por menos. Se viene una batalla cultural, la batalla de los que trabajan contra los que no, por error u omisión. Se acabaron las promesas: hay que cumplir y hacer cumplir. No tienen que ser los laburantes los que soporten el peso de la fiesta berreta del kirchnerismo: el esfuerzo debe ser compartido, como mínimo. La seguridad y la educación, prioridad absoluta para no seguir con la degradación nacional. Ojalá se logre. Feliz Navidad.

Eduardo Abella Nazar

ean@mediakit.com.ar

 

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