Opinión

Reflexiones de Malvinas

Por Román Iglesias Brickles

El sonido de los rosarios golpeando contra las cruces de los soldados caídos todavía resuena en mis oídos. El cementerio argentino en Darwin, Islas Malvinas, es un lugar conmovedor. Testigo directo de una guerra librada con orgullo y honor por los soldados -de muy discutida pericia por parte de los encargados del plan táctico y estratégico- es un espacio de devoción para aquellos que defendieron a la Patria.

A 42 años del conflicto bélico por la soberanía de las islas viajé rumbo a Puerto Argentino a conocerlas y vivir esa experiencia de pisar suelo nacional bajo ocupación extranjera. Eso me permitió tener algunas nociones básicas de los habitantes pero, al mismo tiempo, una medida del momento en el que están. Con la llegada de un vuelo semanal comercial, otro militar y el desembarco de pasajeros desde los trasatlánticos (sólo bajan por el día) la circulación turística es acotada y mantiene pendientes a las 3500 personas que viven allí de manera permanente.

Este viaje, que fue en el marco de la realización de informes especiales y un documental que hicimos con nuestra agencia Mediakit para Canal 26, fue muy distinto a cualquiera que haya hecho antes. Caminar por las calles de Stanley (cómo lo llaman ellos) te remite a un pueblito del norte de Escocia aunque con notorias diferencias: sus habitantes tienen permanente atención a lo que se dice desde el continente. Es decir, cualquier mensaje político que se emita desde Buenos Aires es captado con severa atención.

“Económicamente nos va muy bien, a pesar de las sanciones que nos impone su país” nos dijo Roger Spink, miembro de la Asamblea Legislativa de Falklands y uno de los hombres más influyentes de la isla. En una incisiva entrevista, que salió al aire en Canal 26, planteó su posición con respecto a la política, economía y su cultura. “Todavía no hemos visto cambios en la política de Argentina hacia nosotros pero estamos a la expectativa” señaló Spink al hablar de la necesidad de “conversaciones adultas” que planteó el presidente Milei al respecto del tema Malvinas.

Spink, nacido en Hong Kong (otrora colonia inglesa), parece sintetizar el sentir local pero deja entrever cierta ambigüedad. Falkland Islands, colonia de ultramar del Reino Unido, tiene tantos beneficios como obligaciones por pertenecer la Corona. Ostenta los derechos de pesca, que son su gran fuente de financiamiento, pero tiene que rendir cuentas a una gobernadora enviada por Londres y compartir la isla con una base militar que le visa las entradas y salidas a todo el que pase por allí. En tanto, el anuncio de la construcción de un nuevo puerto genera ansiedades a uno y otro lado del mar. Esta obra supone un gran avance en materia pesquera pero también petrolera: la exploración offshore sigue adelante y podría arrojar novedades en un futuro cercano.

Mi pareja me señaló que olvidé decir la palabra ¨subsistencia¨ en la nota” dijo Lisa Watson, editora del Penguin News, diario fundado en 1979, luego de una interesante entrevista también en Canal 26. La vida en el extremo sur del Atlántico es tan exigente como el huracanado viento que azota las islas de manera permanente. Las soluciones al conflicto que nos separan aún no se materializan pero, al menos, hace falta que no se sigan radicalizando las posturas. Casi medio siglo después de la guerra las heridas siguen abiertas pero, sin dudas, el mejor camino para un futuro mejor será tender puentes, abrir el diálogo y lograr negociaciones a largo plazo. Si las “conversaciones adultas” apuntan hacia allí, bienvenido sea.

Román Iglesias Brickles
Román Iglesias Brickles

Román Iglesias Brickles

rib@mediakit.com.ar 

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