Opinión

Un caldo en ebullición

Por Eduardo Abella Nazar

Las recientes declaraciones de el ex presidente Eduardo Duhalde fueron el combustible a medida de un fuego que recién comienza a tomar forma: la Argentina no tenía margen en 2015, mucho menos en diciembre de 2019 y peor aún en la post pandemia que amenaza con ahorcar aún más la famélica economía de las clases medias-bajas y populares -la clase media tradicional ya estaba con la soga al cuello-.

La disparatada frase del ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, que aseguró en tv la imposibilidad de que se realicen las elecciones legislativas del año próximo (lo más cercano al fin de la democracia) y su percepción de un inminente estallido social (algo que si parece factible) encendieron alarmas.

El AMBA va dejando de a poco el miedo al covid, más por una inmunidad de rebaño que por la vacuna que aún no llega y, a medida que más gente supera la enfermedad o la transita de modo asintomático -se estima que por cada caso detectado hay 10 no computados-, lo que asusta es el caldo de cultivo que surge de la necesidad de gente que no cubre el plato de comida con el IFE o la AUH, por citar algunos planes sociales, y el hampa tradicional que volvió a sus tareas habituales.

¿Conclusiones? Alberto Fernández decidió girar su cabeza y recurrió a un delfín propio: Sergio Massa, que no recibió el Ministerio de Seguridad como tenía pensado en diciembre, es ahora el hombre que prepara contra reloj un plan de emergencia para contener el delito en un intento por emular la experiencia de Tigre con las cámaras, los botones anti pánico y un plan de acción en conjunto con fuerzas federales.

Mientras se ataca ese frente, y la ocupación de camas de terapia no crece a pesar de que los casos sí lo hacen, el presidente decidió emitir un DNU por el cual declaró esenciales los servicios de comunicación (internet, cable y datos), lo q acaba de encender la mecha de los grupos más importantes: Clarín y Telecentro están en pie de guerra porque hace años invierten fortunas en el tendido de redes para mejorar el traslado de datos y la velocidad de internet. Esos millones ahora pueden tardar muchos más tiempo en retornar, o lo que es peor: podrían no retornar. A los empresarios no les gusta perder dinero. Alberto rompió, tal vez, una parte del trato. La presión de CFK es notoria. Esto recién comienza y no calienta. Quema.

 

Eduardo Abella Nazar
Eduardo Abella Nazar

Eduardo Abella Nazar

ean@mediakit.com.ar

 

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