El avión despega del aeropuerto Internacional Hamad. Atrás quedan 32 días de una cobertura inolvidable en la que se consagró por tercera vez en la historia la Argentina de Messi y Scaloni. No será una vivencia más. Esta Selección, que nos volvió a ilusionar, reactivó el gen argentino del trabajo, sacrificio, compromiso y entrega por un objetivo y fue por eso que logró identificación plena con la gente.
Qatar y sus costumbres evidentes y veladas fue el escenario de un mundial inolvidable y de película. Argentina fue héroe, villano, y nuevamente héroe en un torneo que tuvo todo para ser recordado para siempre. Y allí, junto a Eduardo Abella Nazar, estuvimos cubriendo diariamente en vivo para Canal 26 está experiencia eterna e indeleble.
Esta Copa del Mundo, que evidenció el amor infinito que le tienen a la Argentina países como la India, Pakistán, Irán o Bangladesh, entre muchos otros, puso en valor un hecho fundamental: los buenos ejemplos pagan bien. Messi sabe muy bien de qué se trata. Y Scaloni entendió cómo había que forjar un nuevo grupo y hacia dónde enfocarlo. Y lo logró.
Haber sido testigo y poder contarle a todo el país sobre esto fue mucho más que una alegría por la conquista. Resultó el corolario de un proyecto que se gestó hace muchos meses en nuestra agencia Mediakit y que, acompañado con los directivos del Canal, logramos cristalizar. Otra vez, con compromiso, trabajo y entrega las cosas llegan. Este equipo nacional no sólo nos volvió a ilusionar sino que nos hizo identificar con valores que parecían olvidados. Festejemos que esto es todo un logro y va más allá de la tercera Copa Mundial.
Román Iglesias Brickles